22 feb 2013

Todos somos grandes artistas durante nuestra niñez. El problema es que la mayoría de la población deja de serlo cuando crece. ¿Por qué?

No soy creativo" dicen muchos. Mentira. Creativos lo somos todos, de una forma u otra. Unos lo manifiestan pintando, otros tejiendo. Y otros, aunque no lo sepan, son mentes creativas que se escudan bajo el adjetivo "resolutivo", que al fin y al cabo quiere decir resolver una tarea o problema de forma rápida y eficaz, para lo cual hemos tenido que ser creativos y pensar rápidamente en cual era la mejor solución. 

Lo de "no sé dibujar" es otro gran tópico, otra gran armadura a nuestros miedos. Lo haré mal, no lo haré tan bien como aquél, pensamos. Si no sabes, puedes aprender (o probar de aprender). Pero no te escondas tras el "yo no sé", que en el fondo es un "no puedo" y "me da miedo fracasar". 

Y si lo pruebas y ves que no es lo tuyo. ¿Qué problema hay? Bueno, dibujar no será tu fuerte, o te aburrirá, o no tendrás paciencia para dedicarte a ello lo suficiente. Bueno, pues a otra cosa, mariposa. A cada uno se le da bien un algo diferente. Quien sabe si lo tuyo es la marquetería, tocar la guitarra o el macramé.

Midiendo la creatividad

La creatividad se mide básicamente por dos factores: originalidad y capacidad de desarrollar las ideas. En ningún caso se habla de saber dibujar ni saber pintar. Porque en el fondo, lo que queremos, es hacerlo tan bien como quien sea que tenemos de referente. Tal vez sepamos más de lo que creemos, o tengamos la posibilidad de, mediante el aprendizaje, desarrollar obras artísticas de más valor de lo que queremos. 


A demás, la creatividad se educa. Así que ala, nada de excusas. ¡A abrir la mente se ha dicho!

No hay comentarios:

Publicar un comentario